Jhose Roberto Goldim*
En los últimos 30 años, el estado de desarrollo y la dirección de la especie humana se han visto cuestionados por los rápidos avances en los campos de la nanotecnología, la biotecnología, la innovación de datos y la ciencia intelectual. Estas ciencias NBIC sugieren formas en las que la innovación podría permitir a las personas volverse "mejores que bien" utilizando mejoras humanas para cambiar lo que consideramos un funcionamiento normal de la especie humana. Dichas mejoras pueden incluir ajustes cerebrales para expandir la memoria o las capacidades de pensamiento, modificaciones en la química orgánica para aumentar la versatilidad ante el clima o la formación de nuevos límites. También podría incluir vivir más tiempo o cambios en nuestra apariencia para hacernos más atractivos o más elegantemente especiales. Meditaciones como el láser ocular, un procedimiento médico que puede producir una visión de calidad superior, o el uso de potenciadores psicológicos, como el Ritalin, para ayudar a los estudiantes a leer para los exámenes, indican que la humanidad está entrando en una era transhumana, en la que la ciencia se considera algo que se puede controlar libremente, en función de los intereses de cada uno en cuanto a estilo de vida y no a necesidades de salud. Sin embargo, quedan preguntas sobre hasta qué punto la sociedad está preparada para reconocer este tipo de usos y qué problemas éticos plantean.