Veronika Hýskova y Helena Ryslava
El equilibrio del agua entre la célula y su entorno es crucial para todos los organismos, pero especialmente para las células de las raíces de las plantas que están expuestas directamente a condiciones extrínsecas. La alta concentración de sal en el suelo conduce a la pérdida de agua de la célula vegetal (estrés hiperosmótico). Un suministro suficiente de agua hace que la célula vegetal esté turgente (es decir, aumenta su volumen, la membrana celular experimenta presión de turgencia desde el interior de la célula contra la resistencia de la pared celular), que es un estado saludable para la mayoría de las plantas. Sin embargo, tras inundaciones repetidas (por ejemplo, en un clima de selva tropical), las plantas pueden experimentar un estrés hipoosmótico prolongado. Mientras que el estrés hiperosmótico es uno de los factores de estrés abiótico más estudiados, el hipoosmótico está al borde del interés de los científicos, todavía se considera como "condiciones fisiológicas". Sin embargo, ambos tipos de estrés osmótico se caracterizan por la participación de la detección del estrés, el estallido oxidativo y la transducción de señales. En este estudio se hace hincapié en los sensores de estrés osmótico (canales iónicos mecano-sensibles), los osmolitos y los procesos que siguen el estrés hipo- e hiperosmótico, aunque el estrés hipoosmótico en comparación con el hiper- debe estudiarse en profundidad.