Trinanjan Basu
Los linfomas malignos son un conjunto de enfermedades que tienen un alto potencial de curación si se manejan adecuadamente. El manejo tanto del linfoma de Hodgkin como del linfoma no Hodgkin comenzó con radioterapia de campo amplio/magnacampo. Con la llegada de la quimioterapia sistémica de alto potencial y más tarde de los anticuerpos monoclonales, la tasa de curación mejoró y los portales de radioterapia se hicieron más pequeños y focalizados. Hoy en día, con la llegada de la inmunoterapia y otros fármacos biológicos más efectivos, existe una tendencia a eliminar la radioterapia del manejo general.
Las técnicas de radioterapia también han experimentado cambios enormes en términos de tamaño del campo, técnicas y conservación de las estructuras normales. Se está utilizando cada vez más la radioterapia del campo afectado (IFRT) a la radioterapia del sitio afectado (ISRT) y la radioterapia ganglionar afectada (INRT). La radioterapia sigue siendo un pilar en la terapia de consolidación en la etapa temprana, así como una modalidad de control local efectiva en sitios de enfermedad voluminosos avanzados y linfomas extraganglionares.
Destacaremos la importancia de la radioterapia en el manejo multimodal de los linfomas, con especial énfasis en el manejo de la enfermedad voluminosa y los sitios extraganglionares. Se publicarán las últimas directrices basadas en el mensaje para llevar a casa sobre la ISRT y la INRT, así como las directrices de ILROG para enfermedades voluminosas, linfomas de alto grado y sitios extraganglionares.