Stephen C. Allen
El envejecimiento se asocia con una inflamación sistémica persistente, tanto en forma crónica como en su resolución tardía tras enfermedades inflamatorias agudas. Los marcadores más claros de esto son las concentraciones elevadas en sangre de citocinas proinflamatorias y otras quimiocinas que intervienen en la mediación de un estado inflamatorio, y la proteína C reactiva como indicador general de inflamación. Esta condición de “inflamación” está vinculada causalmente de manera compleja y recíproca con varias enfermedades que prevalecen en las personas mayores, incluida una tendencia a desarrollar delirio durante perturbaciones agudas de la función cerebral y una predisposición a la demencia y otras enfermedades neurodegenerativas asociadas con la edad. Hay evidencia de un papel clave de las citocinas tanto en las etiologías de dichas enfermedades como en los procesos de modulación inmunológica que reducen la inflamación, y evidencia de que la interleucina-6 tiene un efecto particularmente complejo dependiendo del contexto fisiológico y metabólico. Es probable que la influencia de las citocinas en el sistema nervioso central esté mediada directamente a través de receptores en neuronas, células microgliales y astrocitos, en lugar de a través de efectos metabólicos secundarios. Los mecanismos epigenéticos implicados están empezando a entenderse. Aunque la fenomenología descriptiva de la inflamación ha producido una gran cantidad de información, es evidente que, como la bioquímica de todos los organismos vivos, se trata de un entorno extremadamente complejo que no puede describirse adecuadamente utilizando vías lineales o incluso modelos tridimensionales. Para abordar la complejidad, la fluidez, la estabilidad, las respuestas y las fluctuaciones de la química inmunitaria, se propone que se podría avanzar más en la comprensión de la regulación del sistema inmunitario, sus respuestas a las perturbaciones y su relación con los estados patológicos y el envejecimiento, incluida la neuropatología, utilizando un enfoque de lógica condicional multifactorial, como el análisis booleano. Este trabajo requerirá una colaboración iterativa entre médicos, biólogos moleculares, matemáticos e ingenieros de software.