Patricia Chacón*
El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar las estructuras dentales sin fines funcionales. El bruxismo afecta a entre un 10% y un 20% de la población; y puede dar lugar a dolor de cabeza y en los músculos, mandíbula, cuello y oído. También plantean, en muchos casos, problemas de cierta gravedad en la función de masticar y tragar los alimentos. Aparte de que, en ocasiones, el bruxismo puede estar relacionado con una maloclusión, es decir, con el mal engranaje entre la mandíbula y el maxilar, algunas de las principales causas por las que se desarrolla esta patología están muy relacionadas con el estrés, el cansancio o la ansiedad. En este sentido, dada la situación que estamos viviendo, en la que el confinamiento domiciliario por el COVID-19 puede provocar, en algunas personas, trastornos de ansiedad, los trastornos relacionados con el bruxismo y la Articulación Témporo Mandibular (ATM) pueden verse agravados durante estas semanas.