Tetiana Zinchenko
A pesar de que ambos trastornos son adicciones comportamentales basadas en la actividad de juego con implicación constante en el juego, independientemente de los efectos adversos, la pérdida de control y la presencia de un estado de tracción previo a la implicación en el juego en ausencia de consumo de sustancias (sustancias psicoactivas), sólo existen unos pocos estudios TRANS-seccionales.
En este trabajo se lleva a cabo el análisis tanto de estudios transaccionales existentes como específicos para cada trastorno. También se ha tenido en cuenta la propia experiencia clínica con pacientes con trastorno del juego (TG) y trastorno del juego por Internet (TJI).
La búsqueda de estudios se realizó utilizando las siguientes bases de datos:
Scopus, PsycINFO, Science Direct, PsycARTICLES, PubMED, Wiley Online Library, ProQuest Dissertation and Theses Academic Search completo y Google Scholar.
Como resultado, se determinaron correlatos clínicos, neurobiológicos y sociales comunes al TGD y al IGD. Alta impulsividad y compulsividad (intensa atracción por el juego), predominando especialmente el componente cognitivo: reflexiones, recuerdos y fantasías sobre el juego en su ausencia en forma de escenas e imágenes tridimensionales brillantes. Predominio de la necesidad patológica de un juego, que sustituyó incluso las necesidades fisiológicas básicas. Trastornos emocionales durante el juego: excitación emocional, euforia al encender el juego, disforia, ansiedad, irritabilidad al abandonar un juego. Alto nivel de angustia, trastornos del sueño. Presencia de estados alterados de conciencia en la mayoría de los jugadores 92% con alteración de la percepción del tiempo, autoidentificación, memoria de eventos durante el juego, estrechamiento afectivo de la conciencia. También se observaron conflictos y evitación de la comunicación, reducción de la empatía, mentiras y manipulación en las relaciones. Estrechamiento del círculo de comunicación e intereses, con sustitución de contactos en la sociedad del juego, inadaptación social. Se ha descubierto una psicopatología comórbida general en forma de trastorno de ansiedad con ataques de pánico, depresión, pensamientos suicidas y otras adicciones y trastornos de la personalidad. Se han encontrado muchas similitudes entre el TG y el IGD, y se necesitan estudios transaccionales a gran escala y en profundidad de estas adicciones conductuales, que puedan llevar a una comprensión de los mecanismos generales de su patogénesis y ayudar al desarrollo de métodos efectivos de tratamiento y rehabilitación.