Inés Trabelsi, Daniel Oves, Beatriz Gutiérrez Magán, Ángel Manteca, Olga Genilloud y Mohamed Nour
La “Sebkha de Monastir” es un humedal permanente tunecino que constituye un entorno virgen para la búsqueda de nuevos microorganismos y actividades biotecnológicamente relevantes. Se aislaron un total de 71 cepas diferentes, incluidas 54 Streptomyces, 2 Micromonospora, 2 Nocardia, 4 Pseudonocardia y 9 actinomyetes no-streptomyces. Se detectaron actividades antimicrobianas interesantes en cultivos líquidos y sólidos. Los perfiles antimicrobianos dependieron del medio de cultivo y/o la extracción orgánica. Se identificaron varios compuestos bioactivos mediante cromatografía líquida (LC) combinada con espectrometría de masas (MS) y luego se analizaron mediante la base de datos de MEDINA y el Diccionario de productos naturales Chapman & Hall. Las isoflavonas (genisteína y deidzeína) son los compuestos activos conocidos más producidos. Se dilucidaron las estructuras químicas de cuatro supuestos compuestos nuevos. Curiosamente, se seleccionaron compuestos desconocidos producidos por dos cepas (A8 y A11) activas contra bacterias Gram negativas para su posterior análisis a gran escala. La secuenciación del 16S rDNA nos permitió clasificar algunos aislados activos como miembros de los géneros Streptomyces y Micromonospora. Todos estos hallazgos prueban la alta actividad antimicrobiana de las cepas de actinomicetos aisladas de la “Sebkha de Monastir”. El potencial de este y otros ambientes extremos relativamente inexplorados constituye una fuente de nuevos metabolitos secundarios biológicamente activos.