Zewdie Aderaw y Molla Gedefaw
Antecedentes: La malaria es uno de los problemas de salud pública más importantes en Etiopía. Aunque la enfermedad es endémica en muchas partes del país, los conocimientos, las actitudes y las prácticas de la comunidad sobre las opciones de prevención y control de la enfermedad distan mucho de ser perfectos, y los conceptos erróneos y las malas prácticas son comunes.
Objetivo: Evaluar el nivel de conocimientos, actitudes y prácticas de la comunidad hacia las opciones de prevención y control de la malaria.
Metodología: Se realizó un estudio transversal basado en la comunidad en las zonas de intervención de la Asociación Antimaría. Se utilizó una fórmula de tamaño de muestra de proporción de población única y un efecto de diseño de dos para determinar el tamaño de la muestra. Se incluyó un total de 864 participantes en el estudio y se realizó una asignación proporcional entre residentes urbanos y rurales. Los datos fueron recopilados por recopiladores de datos capacitados y supervisores utilizando cuestionarios y pautas de entrevistas. Los datos recopilados se limpiaron, codificaron e ingresaron en el software SPSS versión 16.0 para Windows para su análisis.
Resultados: Este estudio reveló que el 37,6% de los participantes del estudio mencionaron la fiebre como síntoma de malaria. La tasa de aceptación de IRS como método de control y prevención de la malaria es del 5,37%. De la población general, el 26,4% de los participantes utilizó ITN como método de prevención y control de la malaria. Entre los niños febriles en el último año, el 28,4% fue llevado a instituciones de atención médica modernas para recibir tratamiento. Del total de participantes del estudio, el 66,6%, el 50,8% y el 64,8% tienen un buen conocimiento sobre las manifestaciones clínicas, los signos y síntomas y los métodos de prevención de la malaria, respectivamente. El sesenta y nueve por ciento de los encuestados tiene una actitud positiva hacia la utilización de la atención médica moderna para el tratamiento de la malaria y el 47% de ellos tiene buenas prácticas hacia las actividades de prevención y control de la malaria.
Conclusión y recomendación: los conocimientos, las actitudes y las prácticas de la comunidad en relación con las opciones de prevención y control de la malaria aún son bajos. Por lo tanto, es necesario fortalecer y continuar con los esfuerzos actuales para mejorar los conocimientos, las actitudes y las prácticas de la comunidad en relación con las opciones de prevención y control de la malaria.