Abstracto

Efectos a largo plazo del abuso y la violencia en el comportamiento de los niños

María Lourdes de Vera

El abuso y la violencia son un riesgo para la salud de los niños. Tienen el potencial de producir problemas de salud mental duraderos y debilitantes que incluyen conductas desadaptativas, trastornos de ansiedad, problemas de personalidad o de relación. Este problema de salud requiere la misma importancia que cualquier otro trastorno fisiológico y físico. Aboga por el uso de una terapia centrada en el cliente o centrada en la persona. El derecho del niño a ser respetado por sus opiniones es necesario para el tratamiento y el proceso de curación. Todo niño es un ser humano con derechos similares a los de cualquier adulto. Incluye su derecho a la asociación con ambos padres, la identidad humana, la provisión de las necesidades básicas de protección física, alimentación, educación universal pagada por el estado, atención médica y leyes penales apropiadas para la edad y el desarrollo del niño, protección igualitaria de los derechos civiles del niño y libertad. La prevención de un entorno doméstico disruptivo es mejor que todo un sistema de cura. El abuso, sea cual sea su naturaleza, físico, psicológico o sexual según Mullen y Fleming (1998), revela una conexión significativa entre una historia de abuso infantil y una variedad de resultados adversos tanto en la infancia como en la edad adulta. Se destaca el importante papel de la familia y la comunidad donde se cría el niño. Este estudio describe el mecanismo de afrontamiento, el bienestar mental y el funcionamiento de un niño maltratado. 

Metodología: Los encuestados fueron seleccionados al azar para la divulgación voluntaria y la solicitud del cliente para asesoramiento. El rango de edad de los encuestados fue entre 16 y 24 años. Los sujetos eran mujeres, hombres y solteros. Los sujetos fueron abusados ​​​​repetidamente en su infancia. Este estudio de caso longitudinal aboga por el uso de un enfoque basado en los derechos y un enfoque de persona a persona para abordar directamente la condición subyacente. El estudio busca determinar la dinámica de la relación entre el niño, el abuso y el perpetrador. ¿Cuál es el comportamiento típico de un niño abusado? ¿Cuál es la diferencia común entre abuso, negligencia y actos violentos cometidos contra el niño? ¿El acto fue perpetuado con coerción o manipulación? ¿Fue perpetrado acumulativamente durante un período de tiempo considerable? ¿Dificultad para relacionarse y formar relaciones debido a traumas emocionales y cicatrices graves e irresueltos? ¿Se abordaron los problemas emocionales? ¿Cuáles son los mecanismos de afrontamiento del niño? ¿Recibió el niño algún apoyo de la familia? ¿Tiene acceso a algún apoyo social para el niño? ¿Cuál es el efecto a largo plazo en el comportamiento del niño? 

Resultados: Los niños que sufren violencia doméstica de forma habitual en el hogar tienden a sufrir negligencia emocional y/o violencia, si no abuso físico o negligencia. Los niños que provienen de entornos familiares conflictivos tienden a tener problemas de comunicación y habilidades sociales. Los niños denunciaron violencia conyugal en su entorno familiar donde persiste la violencia doméstica. Más del cincuenta por ciento de los agresores sexuales infantiles abusaron físicamente de su pareja femenina adulta. La mitad de estos hombres tienden a abusar físicamente de los hijos de la pareja. También tienden a abusar sexualmente de los niños cuando la pareja no está en casa. Los niños y las niñas que son abusados ​​sexualmente experimentaron traumas infantiles similares. En general, los niños abusados ​​experimentan problemas de confianza y necesitan una seguridad constante y consistente; la falta de gestos afectuosos adecuados y saludables los vuelve vulnerables a las relaciones abusivas. Según los datos recopilados, existe una tendencia general entre las víctimas de abuso sexual a experimentar dificultades para establecer intimidad en las relaciones. Estos niños tienen un problema importante con el tacto y las relaciones cercanas. Encontrar el sentido de la conectividad emocional es una de las habilidades de vida que están subdesarrolladas o que deben volver a aprenderse. La mayoría de las personas que son víctimas de incesto son víctimas de abuso sexual. La naturaleza de la terapia prioriza la recuperación de una autoimagen saludable. Se centra en un enfoque empático, no directivo ni autoritario, que empodera y motiva al cliente dentro del proceso terapéutico. Anima a los clientes a conectarse con sus emociones, a encontrar significado y orientación para encontrar soluciones basadas en su capacidad para resolver sus problemas.

Descargo de responsabilidad: este resumen se tradujo utilizando herramientas de inteligencia artificial y aún no ha sido revisado ni verificado