Yoshiko Murakami Masuda*, Shigenori Suzuki, Yukiko Matsuda, Yuichi Kimura, Takashi Miyazaki
Introducción: La extrusión de los materiales de relleno del conducto radicular suele reabsorberse y cicatrizar, lo que no produce cambios irreversibles. Sin embargo, a veces provoca dolor persistente y radiolucencia apical. Este caso demuestra que la extrusión de hidróxido de calcio [Ca(OH)2] intraconducto provocó dolor persistente por percusión.
Métodos: Este informe de caso describe el caso de una paciente con extrusión de Ca(OH)2 en el tejido periapical en el segundo premolar mandibular derecho. Una mujer de 48 años de edad presentó dolor oclusal persistente. Las radiografías revelaron una lesión radiolúcida en la región periapical del segundo premolar mandibular. La tomografía computarizada de haz cónico reveló materiales del conducto radicular no radiolúcidos alrededor del ápice radicular y radiolucidez periapical junto con una considerable reabsorción radicular externa. Después de la preparación, el conducto radicular se rellenó con conos de gutapercha y sellador de conducto radicular, y se realizó una reimplantación intencional con apicectomía. La porción resecada del ápice radicular se observó mediante estereomicroscopía y microscopía electrónica de barrido (SEM).
Resultados: Se observó mediante estereomicroscopía la superficie radicular en contacto con la pasta de Ca(OH)2. La observación mediante SEM reveló que el área del foramen apical estaba cubierta con el complejo de materiales extendidos y se observó la reabsorción del ápice. En la cita de control al mes, el paciente se presentó asintomático sin movilidad dentaria. Cinco meses después de la cirugía, la radiografía mostró la formación de hueso nuevo alrededor de la región periapical. El paciente no tenía síntomas clínicos de dolor.
Conclusiones: El tratamiento fue exitoso, lográndose una adecuada reparación a los 9 meses de seguimiento. El tamaño adecuado del foramen apical fue fundamental para el éxito del tratamiento de conductos . La extrusión de la pasta Ca(OH)2 provocó dolor oclusal persistente y la cobertura del foramen apical por los materiales.