Jill Hutton, Paul J. Rowan, Anthony Greisinger y Melanie Mouzoon
Objetivo: El autismo puede surgir de varias categorías de daño, incluyendo exposición genética, ambiental, perinatal y a fármacos. La rubéola ha sido examinada como una de las causas virales del autismo. Diseñamos un estudio para determinar si la susceptibilidad prenatal a la rubéola, demostrada por inmunidad baja o nula cuando se la analizó antes del parto, estaba asociada con trastornos del espectro autista infantil. Diseño del estudio: Se identificaron niños de 2,5 a 7,5 años con trastorno del espectro autista y se los emparejó por edad y sexo con niños que no tenían dicho diagnóstico. Para identificar a las madres que eran susceptibles a la rubéola, anotamos aquellas con valores de IgG de rubéola durante el embarazo inferiores a 10 UI/ml; dado que la inmunidad baja también puede suponer un riesgo, analizamos a aquellas con valores de IgG inferiores a 20 UI/ml. Los criterios de exclusión incluyeron parto prematuro, lesión cerebral infantil o trastorno genético y uso materno de drogas antiepilépticas o ilícitas. Resultados: Durante los años 2007 a 2011, identificamos 56 niños con autismo que cumplían los criterios de estudio, e identificamos niños adecuados como controles emparejados. De las 56 madres con autismo, una tenía un valor de IgG contra rubéola inferior a 10 UI/ml, mientras que 6 de las madres del grupo de control tenían un valor de IgG inferior a 10 UI/ml. En el grupo de baja inmunidad, 19 de las madres con autismo tenían un valor de IgG inferior a 20 UI/ml, mientras que 18 de las madres del grupo de control tenían un valor de IgG inferior a 20 UI/ml. Estas asociaciones se probaron con la prueba exacta (binomial) de McNemar. No hubo relación estadística entre la presencia de un diagnóstico de autismo y la susceptibilidad de la madre a la rubéola en el nivel <10 UI/ml (p = 0,13) y en el nivel <20 UI/ml (p = 0,85). Conclusiones: No encontramos evidencia que respalde el concepto de que la susceptibilidad prenatal a la rubéola estaba asociada con el autismo infantil. Los resultados no son concluyentes, ya que este estudio exploratorio no tenía suficiente potencia. Creemos que la hipótesis justifica más investigación, incluidos estudios con mayor potencia y enfoques complementarios.