Pratista Adi y Heri Sutanto
Durante décadas, el Plasmodium se ha desarrollado contra todos los medicamentos antipalúdicos, como: cloroquina, sulfadoxina-pirimetamina, quinina, piperaquina y mefloquina. Más recientemente, se informó de la resistencia a los derivados de la artemisina, lo que resultó en el fracaso de la terapia combinada basada en artemisina (ACT). Es una enfermedad potencialmente mortal y emergente en muchas regiones, aumentando su alcance geográfico.
Informamos del caso de un hombre asiático de 40 años, que presentó una infección recurrente de malaria. Era un soldado que viajaba con frecuencia a la zona endémica de malaria de Indonesia. Primero, se infectó con Plasmodium vivax en 2007, pero se manifestó clínicamente 6 años después. La siguiente infección fue en 2013 con la misma especie, recibió ACT más primaquina y se curó microscópicamente. Se manifestó clínicamente con malaria vivax durante 4 veces, y todas se manifestaron en el momento en que se mudó fuera del área endémica. Lo llamamos premunición, una respuesta del huésped que protege contra una gran cantidad de parásitos y enfermedades sin eliminar la infección. En la cuarta infección, se manifestó con fiebre cada 12 horas, que no coincide con los hallazgos microscópicos que muestran Plasmodium vivax. En el tercer día de evaluación, encontramos Plasmodium falciparum en el frotis de sangre, lo que sugiere una infección mixta.
Nos preguntamos si había resistencia a los medicamentos antipalúdicos o una dosis subóptima de los mismos que pudiera causar el fracaso de la terapia en este paciente. En nuestro hospital de origen limitado, donde no se pudo realizar el examen molecular, le administramos una terapia de segunda línea y destacamos la condición emergente de malaria resistente a los medicamentos en nuestro país.
Este caso se centra en el enfoque clínico de la malaria resistente a los medicamentos en una región de origen limitado, el informe de datos globales y el llamado a un nuevo tratamiento.