Tejpreet Chadha y John C. Zak
El uso generalizado de antibióticos β-lactámicos ha dado lugar a la aparición global de cepas bacterianas resistentes a los antibióticos. Los aislamientos resistentes a múltiples fármacos son ahora más difíciles de tratar debido a múltiples mecanismos intrínsecos y adquiridos de resistencia a fármacos que operan simultáneamente en una célula bacteriana. La motilidad está asociada a la virulencia que contribuye a la resistencia a múltiples fármacos. El análisis actual ha demostrado que el patrón natural de distribución de las clases de Ambler (moleculares) de β-lactamasas (A, B, C, D) varió entre patógenos nosocomiales móviles y no móviles. Nuestros resultados revelaron que la abundancia relativa de β-lactamasas de clase A fue más alta en las especies bacterianas que no son móviles. Sin embargo, la abundancia relativa de β-lactamasas de clase C fue prácticamente la misma para las especies bacterianas móviles y no móviles. Las β-lactamasas de clase D se encontraron más altas en las especies bacterianas que no son móviles. Sin embargo, en base al número total de secuencias verificadas, la prevalencia de β-lactamasas de clase B dominó en patógenos que son móviles en comparación con otras clases de β-lactamasas de Ambler. Nuestros resultados implican que la aparición de β-lactamasas de clase B puede resultar ventajosa para las especies bacterianas móviles. Esto también puede sugerir que la ganancia de genes de β-lactamasas de clase B durante el curso de su evolución puede haber contribuido a su virulencia.