Magda Carvajal Moreno
Las micotoxinas son metabolitos secundarios tóxicos producidos por hongos en el campo o durante el almacenamiento; estos hongos son principalmente mohos saprofitos que crecen en alimentos o piensos para animales. Estos mohos producen compuestos químicos de bajo peso molecular que no son detectados por antígenos y, por lo tanto, son venenos insidiosos sin síntomas evidentes. Desde 1960, las micotoxinas han sido consideradas responsables de enfermedades y muertes en animales domésticos y humanos. Las micotoxicosis, las enfermedades causadas por micotoxinas, han sido responsables de importantes epidemias en humanos y animales domésticos desde que se desarrolló la agricultura. Cada una de estas enfermedades es causada por mohos específicos que producen una o más toxinas potentes, generalmente en un tipo específico de producto o pienso. Entre los principales hongos micotoxigénicos se encuentran los géneros Aspergillus spp., Penicillium spp. y Fusarium spp. Los síntomas causados por las micotoxinas pueden ser agudos o crónicos, dependiendo del tipo de toxina y la dosis. Los síntomas de las micotoxicosis agudas incluyen daño hepático y renal, ataques al sistema nervioso central, trastornos cutáneos, efectos hormonales, abortos, hemorragias, vómitos, diarrea y muchos otros. Las micotoxinas se ingieren en cantidades mínimas en la dieta diaria; algunas, como las aflatoxinas, pueden acumularse, mientras que otras se eliminan rápidamente. Entre los ejemplos de micotoxicosis crónicas se incluyen el síndrome de Reye, el kwashiorkor y los cánceres que se desarrollan en animales de experimentación o en humanos mucho después de la ingestión de la micotoxina. En la presente revisión, describiremos algunas micotoxinas que causan problemas circulatorios, rotura de venas, hemorragias e insuficiencia cardíaca.