Devarinti SR*
Un suelo sano es la base sobre la que se construye una agricultura sostenible. Las prácticas agrícolas difieren principalmente en función de los insumos que se utilizan en el suelo y de las medidas de protección de los cultivos. En la práctica agrícola química convencional, el uso indiscriminado de fertilizantes y pesticidas químicos destruye la microflora beneficiosa del suelo, cambia la naturaleza del suelo y también contribuye a que los costos de producción de los cultivos sean altos. Los metales pesados del suelo contaminado pueden ingresar a la cadena alimentaria en cantidades significativas y mostrar efectos adversos para la salud. La esencia de la agricultura natural es minimizar los insumos externos a la tierra agrícola y nutrir la fertilidad del suelo. Se ha demostrado que el enriquecimiento del suelo se produce a través de la propagación de microbios beneficiosos del suelo. Fomenta la simbiosis natural de la microflora del suelo y las plantas de cultivo. El acolchado puede maximizar el contenido de humedad en el suelo, forma la cubierta para las lombrices de tierra y minimiza la propagación de malezas. Este artículo analiza los conceptos de la agricultura natural en el contexto de su naturaleza ecológica y su sostenibilidad.