Amit Arora, Swaranjit Singh Cameotra* y Chandrajit Balomajumder
El rápido crecimiento de la demanda de energía, junto con la preocupación por la descarga antropológica de CO2 al medio ambiente, ha provocado un crecimiento inusual en el consumo de gas natural. El agotamiento de las reservas convencionales de combustibles fósiles ha provocado el aumento de su precio, lo que ha llevado a la explotación de nuevos recursos mediante tecnologías modernas. Los hidratos de gas metano son una de esas fuentes de gas metano que se captura en estructuras cristalinas similares al hielo en las regiones de permafrost y bajo el mar en los márgenes continentales exteriores. Se estima que la cantidad total de carbono en forma de clatrato de metano es mucho mayor que el contenido de carbono en todas las reservas de combustibles fósiles juntas y, por lo tanto, se las considera el futuro recurso energético potencial. La captura de CO2 está ganando mucha atención por ser un importante gas de efecto invernadero. El secuestro de CO2 de los hidratos de gas puede extraer metano de los hidratos de gas y puede reducir el calentamiento global al lograr dos objetivos: proporcionar una nueva fuente de energía, el metano, el combustible quemado y reducir la contaminación.