Ewa Stefanska, Adam Carter, Mark Pettigrew y Tamsin Higgs
Entre los casos más complejos a los que se enfrentan los profesionales forenses encargados de la evaluación de riesgos y las intervenciones sobre conductas delictivas se encuentran los de aquellos que han perpetrado homicidios sexuales que implican conductas parafílicas, más aún cuando esto incluye actos sexuales post mortem. Hay muy poca investigación empírica sobre la conducta necrófila en los homicidios sexuales que sirva de guía para la formulación de casos clínicos-forenses, y existen opiniones académicas contradictorias sobre la importancia de la conducta necrófila como indicador de sadismo sexual. Para abordar estas cuestiones, se examinaron las características delictivas y de los agresores de 25 cinco perpetradores de homicidios sexuales. Todos habían mostrado una conducta claramente necrófila, y sus actos sexuales se habían producido exclusivamente después de la muerte de la víctima. Se evaluó a aproximadamente un tercio de la muestra para justificar una hipótesis de trabajo de sadismo sexual según su puntuación en la Escala de Sadismo Sexual (SeSaS). Se presentan viñetas de estos casos junto con ejemplos de casos no sexualmente sádicos para demostrar la diferente importancia funcional de la conducta necrófila. Se discuten las implicaciones teóricas y clínicas.