Paragh Bharadwaj*
La mejora humana es, al menos, tan antigua como el desarrollo humano. Las personas han intentado mejorar sus capacidades físicas y mentales durante muchísimos años, a veces con éxito, y a veces con resultados inciertos, extraños e incluso desastrosos. Hasta ahora, en cualquier caso, la mayoría de las terapias biomédicas, si han tenido éxito, han intentado restablecer algo que se consideraba deficiente, por ejemplo, la visión, la audición o la movilidad. En cualquier caso, cuando estas intervenciones han intentado mejorar la naturaleza (por ejemplo, con esteroides anabólicos para estimular el crecimiento muscular o medicamentos, por ejemplo, Ritalin para afinar el corazón), los resultados han sido, en general, bastante discretos y graduales.