Carla SB Viegas y Dina C Simes
La vitamina K es un micronutriente esencial en la modificación postraduccional de residuos específicos de ácido glutámico (Glu) en residuos de ácido γ-carboxiglutámico (Gla) en proteínas diana conocidas como proteínas dependientes de vitamina K (VKDP). En condiciones saludables de un estado adecuado de vitamina K, un sistema de reciclaje de vitamina K mantiene niveles suficientes de vitamina K para una γ-carboxilación adecuada de las VKDP, y los antagonistas de la vitamina K (VKA) ampliamente utilizados como anticoagulantes inhiben el reciclaje de la vitamina K. Además de su función bien conocida en el mantenimiento de la coagulación normal, se ha informado que la vitamina K tiene otras diversas funciones fisiológicas con impacto en la salud humana. En los tejidos extrahepáticos, la deficiencia de vitamina K resulta en un deterioro de la γ-carboxilación de las VKDP con importantes implicaciones en la salud ósea y cardiovascular. Aunque la mayoría de los efectos de la vitamina K se han asociado con la regulación de la mineralización en los tejidos conectivos a través de la acción de la proteína Gla de la matriz (MGP) y la osteocalcina (OC), el descubrimiento de la proteína rica en Gla (GRP) abre nuevas perspectivas sobre el rango terapéutico potencial de la vitamina K.