JD Kemfang Ngowa, JM Kasia, I. Nsangou, C. Zedjom, I. Domkan, F. Morfaw y B. Bossiko
El objetivo de este estudio fue determinar la incidencia de cordón nucal en el parto y el resultado perinatal. Realizamos un estudio descriptivo retrospectivo de 1992 a 2008 en el Hospital General de Yaundé. Se compararon las variables obstétricas y neonatales en los grupos de cordón nucal laxo y apretado y un grupo de control (sin cordón nucal). De 9275 partos registrados, el 16,2% tenía cordón nucal. De estos cordones nucales, el 75,81% eran laxos y el 24,18% apretados. La tasa de partos por cesárea fue menor en los grupos de cordón nucal laxo y apretado en comparación con el grupo de control (P < 0,001; P < 0,05). Las puntuaciones bajas de Apgar < 7 en el 1.er y 5.º minuto fueron menores en el grupo de cordón nucal laxo en comparación con el grupo de control (P = 0,06, P = 0,7). En el grupo de cordón nucal apretado, la puntuación de Apgar baja < 7 en el primer minuto fue significativamente mayor, mientras que la puntuación de Apgar baja < 7 en el quinto minuto no fue significativamente mayor en comparación con el grupo de control (P < .001, P = .14). La tasa de traslado a la unidad de neonatología fue menor en el grupo de cordón nucal suelto y apretado que en el grupo de control. El cordón nucal suelto puede no estar asociado con un resultado perinatal adverso. Sin embargo, el cordón nucal apretado puede estar asociado con un mayor riesgo de puntuación de Apgar baja < 7 en el primer minuto. En consecuencia, el diagnóstico ecográfico de un cordón nucal al final del embarazo no debe ser la indicación de parto por cesárea electiva.