Usha R Dalal, Ashwani K Dalal, Ravinder Kaur, Lakesh Anand, Ashish Dua
El reconocimiento de la lesión esofágica suele retrasarse debido a sus manifestaciones proteicas. Los principios de tratamiento son: control de la sepsis y la contaminación mediante derivación y/o drenaje, nutrición, antibióticos de amplio espectro y restauración de la continuidad. La edad, el estado general del paciente, la etiología, la ubicación anatómica y el tamaño de la perforación, la presentación temprana o tardía, el estado clínico del paciente, la enfermedad esofágica subyacente y otras afecciones médicas comórbidas asociadas son determinantes importantes del resultado. La reparación primaria es el tratamiento de referencia en las primeras horas. El drenaje y la derivación son necesarios cuando la perforación no está localizada y en casos tardíos e inestables. La colocación de un stent endoscópico con drenaje puede ser útil en casos seleccionados. La esofagectomía es necesaria en daños extensos, estenosis o carcinoma.
Analizamos retrospectivamente los datos de nueve pacientes con lesiones esofágicas manejados en un hospital de atención terciaria de 2009 a 2019. Varias causas de lesión esofágica fueron: perforación espontánea en 3 casos, cuerpos extraños en 3 casos (uno de cada uno de hoja de afeitar, moneda, dentadura), traumatismo torácico cerrado en un caso, lesión iatrogénica en 2 casos (uno durante la fijación de la columna cervical y otro debido a la dilatación endoscópica de estenosis esofágica corrosiva). La base del tratamiento fue: soporte nutricional, control de la sepsis con antibióticos y drenaje y/o derivación con reparación temprana o tardía de la rotura. Se realizó esofagectomía transhiatal en un paciente. De ocho pacientes que sobrevivieron, la lesión esofágica se diagnosticó dentro de las 24 horas en solo un caso; sin embargo, en siete pacientes se diagnosticó después de 24 horas. Un caso de presentación tardía murió debido a sepsis no controlada y falla multiorgánica.