C. Devendra
Se analiza la importancia de la ganadería para el aumento de la productividad y la seguridad nutricional y alimentaria en el crecimiento económico rural de Asia en el contexto del entorno biofísico, los recursos naturales disponibles, la preponderancia de los sistemas de pequeñas explotaciones agrícolas y las oportunidades para aumentar su contribución potencial. La tierra cultivable es un factor limitante crítico y una alternativa a considerar son las zonas de secano. Las zonas húmedas y subhúmedas de secano que se encuentran principalmente en el sudeste asiático (99 millones de ha) y los sistemas tropicales áridos y semiáridos que se encuentran en el sur de Asia (116 millones de ha) son zonas agroecológicas prioritarias. Se las ha denominado ampliamente zonas menos favorecidas (LFA) y tienen un potencial bajo o alto. Las LFA se caracterizan por elementos biofísicos muy variables, en particular la mala calidad del suelo, las precipitaciones, la duración de la temporada de crecimiento y los períodos secos, la pobreza extrema y una población muy pobre que enfrenta continuamente el hambre y la vulnerabilidad. También existen grandes poblaciones de animales rumiantes, en particular cabras y ovejas. Entre el 43 y el 88% de la población humana depende de la agricultura para su sustento, de la cual entre el 12 y el 93% vive en zonas de secano y entre el 26 y el 84% en tierras cultivables. En la India, por ejemplo, el ecosistema ocupa el 68% de la superficie cultivada total y sustenta al 40% de la población humana y al 65% de la población ganadera. El desarrollo revitalizado de las zonas desfavorecidas se justifica por la demanda de tierras agrícolas para satisfacer las necesidades humanas, por ejemplo, vivienda, recreación e industrialización; el uso de tierras cultivables para ampliar la producción agrícola a niveles máximos; y las densidades animales muy elevadas. Los animales desempeñan un papel multifuncional y, lo que es más importante, pueden servir como punto de entrada para el desarrollo de las zonas desfavorecidas. Los sistemas de producción eficientes son importantes y los sistemas silvopastoriles están subestimados y también subutilizados en todos los países en desarrollo, y especialmente donde abundan las plantaciones de árboles, como la palma aceitera en Indonesia, Malasia y Colombia. Es necesaria una atención concreta al desarrollo junto con la investigación y el desarrollo para promover sus numerosas ventajas económicas, por ejemplo, la productividad total de los factores por unidad de tierra o mano de obra y el valor añadido. Además, el sistema también promueve la estratificación, lo que ofrece una oportunidad importante para intensificar la gestión de los recursos naturales. Las estrategias para promover el crecimiento de la productividad requerirán una I+D concertada para mejorar el uso de las áreas desfavorecidas, la aplicación de perspectivas sistémicas para la distribución de tecnología, mayores inversiones, un marco de políticas y mejores vínculos entre agricultores, investigadores y extensionistas. Estos desafíos y su solución en las zonas de secano pueden tener un fuerte impacto en el aumento de la productividad, la mejora de los medios de vida y el bienestar humano, y la sostenibilidad ambiental en el futuro.