Caetano LP, Costa KCT, Moraes ABA y Alves-Balvedi RP
El virus de Epstein-Barr (VEB) también llamado virus del herpes humano 4 (VHH-4) es un miembro de la familia Herpesviridae. Se estima que alrededor del 90% de la población mundial está infectada, de forma asintomática, con al menos un subtipo de esta familia. La infección primaria por VEB se caracteriza por la mononucleosis infecciosa, conocida popularmente como enfermedad del beso. Hace unos años el virus se ha relacionado con varias enfermedades entre las que destacan las enfermedades autoinmunes y varios tipos de cáncer y es agente de lesión tisular severa y modulador de la fisiología renal y de la saliva. El diagnóstico del VEB descrito en la literatura se produce básicamente mediante técnicas de hibridación in situ y reacción en cadena de la polimerasa (PCR) del ADN viral presente en sangre venosa recogida. Pero esta revisión propone demostrar que el uso de otros fluidos fisiológicos, como la saliva y la orina, ha hecho un relevamiento de pruebas de detección menos invasivas. Estas pruebas se utilizan en la nanotecnología dinámica y emergente porque ayudan en el diagnóstico de enfermedades a partir de la detección de biomarcadores y amplían las perspectivas en el diagnóstico clínico, pronóstico y seguimiento de las enfermedades, contribuyendo al cuidado del paciente. El uso de este tipo de fluidos además de la relativa facilidad de recolección es una alternativa para el diagnóstico muy atractiva sobre todo por el carácter menos invasivo de la venopunción o biopsia.