Juan G. Colli Mull, Gustavo A. de la Riva de la Riva, Coczy D. Vargas-Sámano, Gisselle Pérez-Machado y Guillermin Agüero-Chapin
El impacto ambiental negativo debido al uso excesivo de productos químicos en los cultivos agrícolas se mitiga mediante el uso de microorganismos promotores del crecimiento vegetal, incluyendo bacterias y hongos benéficos asociados a las raíces de las plantas. Los microorganismos podrían desempeñar un papel importante en este sentido debido a su diversidad genética, ubicuidad, interacción con las plantas de cultivo y propiedades de tolerancia a las extremidades. Por lo tanto, la biodiversidad microbiana y su efecto sobre la calidad del suelo; el ciclo de nutrientes del suelo; la promoción del crecimiento de las plantas se considera un foco de atención para los estudios de bioprospección como una alternativa para favorecer la agricultura sustentable. La biodiversidad de bacterias se descifró de diferentes sitios de las tierras altas de la “Sierra Gorda”, considerada Reserva de la Biosfera, en la región de descarga del centro de México, conocida como Bajío. Las bacterias cultivables se aislaron de muestras de suelo de la rizosfera y se caracterizaron bioquímicamente debido a su síntesis de ácido indol-acético (IAA) y actividad de 1-aminociclopropano-1-carboxilato (ACC) desaminasa, así como producción de sideróforos y polihidroxibutiratos, actividad de celulasas y quitinasas y movilización de fosfatos. Las bacterias se identificaron mediante la amplificación del gen 16S rRNA y el análisis BLAST. Se seleccionaron tres cepas, Pseudomonas variovencis XiU1297 y Luteibacter sp. XiU1292, Acinetobacter inoffii XiU12138 para probar sus efectos en el crecimiento de maíz y sorgo bajo estrés hídrico en condiciones de invernadero. Los resultados muestran un efecto promotor del crecimiento diferencial de esas bacterias en maíz y sorgo. Las bacterias fueron seleccionadas para conformar un consorcio adecuado para su uso en la agricultura como biofertilizante.