Eric A Achidi, Tobias O Apinjoh, Clarisse N Yafi, Richard Besingi, Judith K Anchang, Nancy W Awah y Marita Troye-Blomberg
El resultado de una infección parece depender de un delicado equilibrio entre la inducción apropiada e inapropiada de citocinas inflamatorias/antiinflamatorias. Sin embargo, el papel de estos mediadores en la patogenia de la malaria grave sigue siendo controvertido. En este estudio, se determinaron y compararon los niveles plasmáticos y las proporciones de las citocinas proinflamatorias (TNF-α, IL-12 y MIF) y antiinflamatorias (IL-10 y TGF-β) en pacientes con malaria cerebral (MC), anemia palúdica grave (AME), malaria no complicada (MU) y niños de control sanos (HC) menores de 14 años.
Los niveles de TNF-α, IL-10 y TGF-β fueron significativamente diferentes entre los cuatro grupos clínicos, mientras que los niveles de IL-12 y MIF fueron similares entre los grupos clínicos. El nivel de TNF-α fue más alto en AME y UM, en comparación con HC. Además, los niveles de TNF-α fueron más altos (P = 0,002) en el grupo combinado de malaria grave (CM + AME, 46,31 ± 44,43), en comparación con el grupo de control combinado (UM + HC) (25,59 ± 26,64). El grupo HC tuvo niveles más bajos y más altos de citocinas antiinflamatorias, IL-10 y TGF-β respectivamente, en comparación con cada una de las tres categorías de pacientes. Los niveles de IL-10 y TGF-β fueron significativamente más altos en UM en comparación con AME. Una comparación entre las proporciones de citocinas proinflamatorias y antiinflamatorias reveló una proporción significativamente mayor de TNF-α/IL-10 en el grupo HC, en comparación con cada categoría de pacientes. La densidad de parásitos de la malaria también se correlacionó positivamente con los niveles de TNF-α e IL-10, pero negativamente con el nivel de TGF-β. Los niveles de TNF-α también se correlacionaron positivamente con IL-10 y MIF, pero negativamente con los niveles de TGF-β. Además, se observó una correlación negativa significativa entre los niveles de IL-10 y TGF-β.
En conclusión, este estudio confirma un papel patogénico del TNF-α, con proporciones más altas de TNF-α con respecto a IL-10 y TGF-β asociadas con anemia palúdica grave en niños que residen en un área endémica.