María Teresa Sotelo Morales
Las emociones adversas y hostiles que experimenta la madre durante el embarazo derivan en daños cerebrales en el feto. Estas alteraciones cerebrales son agresiones al niño durante la etapa gestacional. Las Instituciones Nacionales de Salud de Estados Unidos informan que el rechazo al embarazo y la ausencia del vínculo afectivo materno temprano, cuando se combinan con trastornos mentales en los padres, son factores de riesgo altamente predictivos de maltrato infantil y homicidio intencional de bebés antes de los 18 meses de vida.
Generalmente los programas de intervención hospitalaria se centran en las condiciones de salud del bebé y de la madre; sin embargo, no se dispone de datos ni asistencia alguna sobre el niño y sus futuras condiciones de vida, ignorando los factores de riesgo de alarma de la violencia. Aún no se han establecido programas de prevención que permitan predecir el potencial maltrato infantil, controlando los casos antes de que ocurran; sin embargo, es una solución prometedora que ha sido ignorada o ha recibido menos atención que los modelos que intervienen después de que se ha confirmado el maltrato.
En este ensayo se concluye que el origen del maltrato infantil por parte de madres violentas se da durante la etapa gestacional en mujeres desconectadas emocionalmente de su nasciturus bajo condiciones de depresión severa y/o ansiedad durante el embarazo o después del parto. Sin embargo, con exclusión de enfermedades psiquiátricas severas, las emociones perturbadoras derivadas del rechazo al embarazo pueden ser potencialmente revertidas a través de un procedimiento hospitalario no invasivo, universal y de bajo costo.
Los investigadores médicos coinciden en que el vínculo afectivo de la madre a su hijo es determinante para afianzar el cuidado afectivo de éste. Harrods Buhner demuestra que tanto la madre como el bebé producen información emocional que se transmite entre sí a través del cordón umbilical, anclando molecularmente el significado de las emociones en ambos organismos.
Se sugiere un modelo de intervención obstétrica para identificar neonatos en riesgo, así como implementar un procedimiento cardioneurocognitivo de vínculo durante la etapa prenatal, nacimiento y postnatal para prevenir el abuso, el abandono o la muerte.