Wenfa Ng*
La presión de selección evolutiva o la presencia de polimerasa propensa a errores en el virus daría lugar a la aparición de variantes que son más infecciosas o más mortales. Pero, diferentes genes codifican proteínas de diferentes funciones en el proceso patogénico del virus y, por tanto, están sujetos a diferente presión de selección evolutiva. Esto conduce necesariamente a diferentes frecuencias mutacionales que tienen implicaciones para la evolución del virus y su potencial patogénico asociado. Este trabajo buscó determinar una estimación preliminar de la frecuencia mutacional de cada gen en el genoma del SARSCoV-2 utilizando 10 genomas ensamblados depositados en el Archivo Europeo de Nucleótidos. Los resultados revelan que cinco genes son comúnmente mutados. Específicamente, estos genes son la ARN polimerasa dependiente de ARN, la proteína Spike, ORF3a , ORF8 y la proteína de la nucleocápside. En particular, la ARN polimerasa dependiente de ARN y la proteína Spike tienen la frecuencia mutacional más alta con un 90%, seguida de ORF3a (30%), la proteína de la nucleocápside (20%) y la proteína ORF8 (10%). En general, la estimación de las frecuencias mutacionales de cada gen en el genoma de un virus proporciona conocimientos fundamentales para correlacionar la gravedad de la enfermedad con el genotipo, así como para comprender el perfil epidemiológico del virus. Tales esfuerzos en el SARS-CoV-2 realizados en este trabajo han revelado que la proteína de la espícula y la ARN polimerasa dependiente de ARN tienen la tasa de mutación más alta, lo que se correlaciona con la aparición frecuente y publicitada de variantes preocupantes en diferentes partes del mundo.