Danica Ryan y Mary Jane Black
El parto prematuro (definido como el nacimiento antes de las 37 semanas completas de gestación) ocurre en aproximadamente el 10% de todos los nacimientos y es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad neonatal en todo el mundo. Los bebés prematuros nacen en un momento en que el desarrollo renal aún está en curso y, en consecuencia, puede provocar deterioro renal (tanto a corto como a largo plazo), así como anomalías glomerulares graves en algunos bebés prematuros. Dado que las anomalías glomerulares no están presentes en todos los riñones prematuros, esto sugiere que no es el parto prematuro en sí lo que conduce a las anomalías glomerulares, sino que puede estar relacionado con factores asociados con la etiología del parto prematuro o factores en la atención neonatal. En esta revisión, proporcionamos una descripción general de lo que se sabe actualmente sobre cómo los factores prenatales y posnatales pueden afectar potencialmente a los riñones inmaduros de los bebés nacidos prematuros.