Alex Baby Paul*, Priya Vijayakumar*, George Paul
Antecedentes: La prevalencia de la desnutrición es alta en la India y muchos ancianos corren el riesgo de padecerla. La nutrición de calidad en los ancianos puede influir significativamente en su estado general y las deficiencias graves contribuyen a múltiples comorbilidades, lo que se observa con mayor frecuencia en los países con pocos recursos. Identificar la prevalencia de la desnutrición y los factores de riesgo permitirá prestar mayor atención al problema para brindar una mejor atención a la creciente población geriátrica.
Objetivos: Estimar la prevalencia de la desnutrición entre los ancianos de 65 años o más en una zona urbana del distrito de Ernakulam, Kerala. Evaluar los posibles factores de riesgo (covariables) de la desnutrición entre los ancianos.
Materiales y metodología: Estudio transversal de base comunitaria realizado en un radio de 10 km del Instituto Amrita de Ciencias Médicas, Kochi. De agosto de 2016 a agosto de 2018 (2 años). Se tomó un tamaño de muestra de 1000 utilizando la técnica de muestreo por conglomerados. Se utilizó MNA (Mini Nutritional Assessment Scale) como herramienta de estudio. Los detalles demográficos, las características funcionales y otros factores de riesgo se tomaron en detalle utilizando un cuestionario semiestructurado utilizando el software IBM SPSS versión 20.0. Las variables categóricas se expresan mediante frecuencia y porcentaje. Las variables continuas se presentan mediante la media y la desviación estándar.
Resultados: Este estudio transversal basado en la comunidad de Ernakulam, que incluyó a 1000 personas mayores. La mayoría de los participantes, 75,4%, estaban en el grupo de edad entre 65 y 74 años, la mayoría eran mujeres (59,1%). La mayoría de los participantes tenían un nivel educativo inferior al 12º estándar. La prevalencia de desnutrición notificada durante el período de 2 años (2016-2018) fue del 17,3%, con un 36,8% de la población en riesgo de desnutrición. Los factores de riesgo independientes de desnutrición incluyeron edad, sexo femenino, participantes viudos, bajo nivel socioeconómico, bajo nivel educativo, múltiples comorbilidades, más de 2 consumo de drogas. Los participantes dependientes de las AIVD y las AVD y los que usaban un dispositivo de ayuda para caminar tenían tasas más altas de desnutrición. Las características del estilo de vida como el tabaquismo y el alcohol se asociaron con el riesgo de desnutrición.
Conclusión: La prevalencia general de desnutrición en mi estudio fue del 17,3 % y el 36,8 % estaba en riesgo de desnutrición. Los enfoques para mejorar el estado nutricional deben centrarse en las personas mayores, el género femenino, el nivel educativo y socioeconómico bajo, los ancianos con múltiples comorbilidades y uso de medicamentos, y los que son funcionalmente dependientes. Es de suma prioridad contar con mejores estrategias para mejorar el estado nutricional de la población de edad avanzada.