Yetunde Olubusayo Tagurum, Oluwabunmi Oluwayemisi Chirdan, Taiwo Obindo, Danjuma Ayotunde Bello, Tolulope Olumide Afolaranmi, Zuwaira Ibrahim Hassan y Christopher Yilgwan
Objetivo: Este estudio se llevó a cabo para determinar la prevalencia de exposición a la violencia entre la población de un estado en el centro-norte de Nigeria que había experimentado olas de violencia etnoreligiosa, así como para detectar síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT). ). ) entre ellos. Método: Se llevó a cabo una encuesta descriptiva transversal de la población objetivo utilizando un cuestionario semiestructurado administrado por un entrevistador. Se utilizaron cuatro preguntas para detectar TEPT y una respuesta positiva a tres o más preguntas indicaron la presencia de TEPT. Se estudiaron dos de las Áreas de Gobierno Local (LGA), que habían experimentado violencia etnoreligiosa repetida en el estado, y seleccionaron un adulto por hogar. Resultados: Se estudió un total de 204 encuestados que comprendían 98 (48,0%) hombres y 106 (52,0%) mujeres. La edad media fue de 43,7 ± 20 años. Dos tercios de los encuestados habían experimentado alguna forma de violencia, desde ver a alguien siendo asesinado 36,8%, alguien siendo apuñalado 16,7% o disparado 20,6% hasta pérdida de propiedad 31,4% y reubicación de residencia 26%. . . Los síntomas de TEPT experimentados por los encuestados incluyen vigilancia constante y sobresaltarse fácilmente (68,1%), negación o evitación de pensamientos de crisis (67,6%), entumecimiento y desapego del entorno (52,9%) y pesadillas (42). ). ,2%). La prevalencia bruta de TEPT en los encuestados (puntuación de TEPT -≥ 3) fue del 46,1% (intervalo de confianza [IC] del 95% 39,6%-53,9%). La experiencia personal de violencia etnoreligiosa, pérdida de propiedad o medios de vida, muerte de un familiar/amigo se encontraron asociadas estadísticamente significativamente con la presencia de TEPT (p ≤ 0,05). Conclusión: El trastorno de estrés postraumático es común en esta cohorte expuesta a crisis etnoreligiosas. Las de socorro para las víctimas de la crisis deben incluir la evaluación de la salud mental, la derivación de los casos graves y el tratamiento de quienes padecen medidas de estrés postraumático.