Abstracto

Salud psicosomática en personas mayores para prevenir la fragilidad: el papel del IGF-1 y el BDNF en el músculo y el cerebro

Mitsugu Hachisu*, Masayuki Obayashi, Mari Kogo, Kazushige Ihara

La población de personas mayores de 65 años está creciendo rápidamente en los países desarrollados, incluido Japón, y se está convirtiendo en una carga debido al aumento de los costos de la atención y la seguridad social. Prolongar una vida saludable sin la ayuda de un cuidador reduciría la carga social. La fragilidad en las personas mayores puede causar caídas accidentales que las hagan estar postradas en cama, pero el ejercicio constante podría ayudar a prevenir tales accidentes. Diversos ejercicios mejoran la síntesis y liberación de factores neurotróficos como el IGF-1 y el BDNF; estos factores neurotróficos mejoran el crecimiento y la supervivencia neuronal en el cerebro, previenen la atrofia muscular y, a veces, contribuyen a la hipertrofia muscular en las personas mayores. Estos factores neurotróficos inducidos por el ejercicio pueden ayudar a prevenir la disminución del rendimiento cognitivo, la velocidad de procesamiento y el estado de ánimo en las personas mayores, incluidas las que padecen enfermedad de Alzheimer o enfermedad de Parkinson.

En esta revisión, destacamos que el IGF-1 y el BDNF funcionan como factores de crecimiento anabólico para el músculo esquelético, desempeñan un papel en la neurogénesis, la sinaptogénesis y la supervivencia neuronal en el cerebro, mejoran la cognición y estabilizan el estado de ánimo psiquiátrico. El IGF-1, además, tiene actividades en la eliminación de la proteína amiloide-β al activar el transporte de proteínas en el plexo coroideo y la angiogénesis que actúa sobre los vasos cerebrales. Por lo tanto, se recomienda a las personas mayores que hagan ejercicio regularmente para su salud y evitar la condición de fragilidad.

Descargo de responsabilidad: este resumen se tradujo utilizando herramientas de inteligencia artificial y aún no ha sido revisado ni verificado