Alexander KC Leung, Benjamin Barankin y Kam Lun Hon
El granuloma piógeno, también conocido como hemangioma capilar lobulillar, es una proliferación vascular benigna, adquirida y frecuente que se desarrolla típicamente como una pequeña pápula eritematosa en la piel o en la superficie de la mucosa oral. La pápula suele agrandarse rápidamente hasta unos pocos milímetros en cuestión de semanas y el crecimiento se estabiliza durante varios meses. Clínicamente, el granuloma piógeno se presenta como una pápula/nódulo blando en forma de cúpula o una pápula/nódulo sésil o pediculado con una superficie lisa, brillante, erosiva o friable. El color suele ser rojo brillante a rojo oscuro. Característicamente, la lesión es asintomática e indolora. El granuloma piógeno suele ser solitario. Los granulomas piógenos cutáneos se localizan comúnmente en la cabeza y el cuello, así como en los dedos de las manos y de los pies. En la cavidad oral, los granulomas piógenos son más frecuentes en la encía. La lesión tiende a sangrar y ulcerarse incluso con un traumatismo muy leve, lo que hace que los pacientes busquen atención médica. Aunque los granulomas piógenos se presentan en pacientes de cualquier edad, son más frecuentes en niños, adolescentes y mujeres embarazadas. Los granulomas piógenos cutáneos no tienen predilección por género, mientras que los de la mucosa oral tienen una proporción de mujeres a hombres de 2:1. El traumatismo y las hormonas sexuales femeninas son posibles factores etiológicos. El diagnóstico suele ser clínico. Los granulomas piógenos que se desarrollan durante el embarazo tienden a resolverse por sí solos después del parto y, por lo general, no requieren tratamiento. La mayoría de las demás lesiones se tratan. La escisión quirúrgica con cierre lineal permite el examen histológico del tejido. También tiene la tasa más baja de recurrencia y, por lo tanto, es el tratamiento de elección.