Cheryl Lee Eberting, Garrett Coman y Nicholas Blickenstaff
Los defectos de la barrera cutánea desempeñan un papel importante en muchas dermatosis, incluidas la dermatitis de contacto alérgica e irritativa, la dermatitis atópica, la piel seca, la piel envejecida, la xerosis, la rosácea, el acné y más. Hasta ahora, la tecnología de reparación de la barrera cutánea se ha centrado en la reposición fisiológica de lípidos de la piel y la protección de la piel sin abordar las innumerables otras áreas de compromiso, como un pH elevado, el equilibrio del microbioma, la inflamación, la susceptibilidad a las infecciones, los gradientes de calcio aberrantes y la propensión a la sensibilización por contacto. Al cambiar el paradigma de la suplementación fisiológica de lípidos de la piel al de complementar la epidermis con lípidos que recientemente se ha descubierto que son particularmente deficientes debido a la barrera cutánea alterada, y al abordar simultáneamente las múltiples facetas de la vulnerabilidad, la barrera cutánea se puede reparar de manera efectiva. Este modelo de reparación avanzada de la barrera cutánea en el que se complementan y/o aumentan las deficiencias fisiológicas puede ser un método eficaz para restaurar la capacidad de la piel xerótica y dermatológica de curarse a sí misma.