Vanniarachchy Suraj Anuradha y Fjortoft Arne
Myanmar ocupa el segundo puesto a nivel mundial como el país más vulnerable a los fenómenos meteorológicos extremos de los últimos 20 años. El país tiene una costa que supera los 2.832 km y aproximadamente 785.000 ha de manglares. Los bosques de manglares comprenden el 4% de la población arbórea de Myanmar y se están destruyendo a un ritmo alarmante. Esta investigación se realizó en el Parque Climático Thor Heyerdahl, un parque climático de 1.800 acres ubicado en la región de Ayeyarwady en Myanmar. El objetivo de la investigación fue identificar las sinergias entre la restauración de manglares y los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. Se descubrió que 16 de los 17 ODS se abordan mediante una restauración de manglares gestionada de forma sostenible. También secuestra una cantidad significativa de carbono. Estos manglares en Myanmar pueden almacenar hasta 732 toneladas de carbono por hectárea. A menos que las 785.000 ha de manglares se coloquen bajo un esquema de protección, más de 500 millones de toneladas de carbono se liberarían solo del carbono del suelo a la atmósfera, contribuyendo así al calentamiento global. Además, este análisis encontró que la replantación de 2000 hectáreas de manglares secuestraría más de 5,5 millones de toneladas de dióxido de carbono en un período de 20 años. Los cálculos se basaron en mediciones de campo reales y metodologías aprobadas por el IPCC y la CMNUCC. Los manglares actúan como un muro verde, una base verde, un filtro verde y un hábitat verde y cada uno de ellos proporciona un inmenso servicio contra las vulnerabilidades. El muro verde protege contra ciclones, vientos y tifones. La base verde protege las costas de la erosión y mejora la resiliencia del paisaje. El filtro verde reduce el contenido salino de las aguas costeras y disminuye los daños causados por la intrusión de agua salada. El hábitat verde proporciona zonas de reproducción y santuario para una rica biodiversidad. Por lo tanto, se puede concluir que los manglares proporcionan un método rentable y productivo de mitigación y adaptación al cambio climático.