Prathibha Ramadugu, Kanaka Latha Alikatte, Narendar Dhudipala y Vikas Bommasane
La angioplastia con balón ha demostrado una mejora tremenda en el tratamiento de la aterosclerosis, pero el estrechamiento arterial (reestenosis) existe a pesar de los beneficios de los dispositivos intravasculares llamados stents. El óxido nítrico (NO), el monóxido de carbono (CO) y la terapia antisentido son algunas de las nuevas modalidades de tratamiento potenciales. La deficiencia de NO se asocia con varias enfermedades oclusivas vasculares, ya que el NO regula diversos aspectos de las funciones de los vasos sanguíneos. Estudios humanos más restringidos y varios estudios preclínicos sugieren que el suplemento de NO puede resolver el problema de la reestenosis, aunque los datos no demuestran de manera concluyente este efecto. El CO, al igual que el NO, inhibe la proliferación de las células musculares lisas vasculares (VSCM) y, a su vez, relaja los vasos sanguíneos e inhibe la agregación plaquetaria. Por lo tanto, recientemente se ha sugerido que la inhalación de CO podría abordar el problema de la reestenosis. Los avances recientes en la transferencia de genes vasculares han mostrado resultados positivos para las enfermedades cardiovasculares, particularmente en el tratamiento de la reestenosis. El desenrollado del ADN, la transcripción del ADN, la exportación del ARN, el empalme del ADN, la estabilidad del ARN o la transcripción del ARN implicados en la síntesis de proteínas en la proliferación celular son algunos de los procesos que implican un enfoque basado en antisentido. Esta revisión se centra en discutir los avances recientes en el tratamiento de la reestenosis.