Mohammed Jafer1*, Ibsa Tase1, Abdallahi Abdurehman1
La hidatidosis/equinococosis quística (EC) es una de las enfermedades parasitarias tropicales desatendidas más importantes del ganado que tiene importancia tanto financiera como de salud pública causada por la etapa larvaria (metacestodo) de los cestodos pertenecientes al género Echinococcus, familia Taenidae. La EC causada por la etapa larvaria de E. granulosus es reconocida como una de las principales zoonosis y está asociada con graves pérdidas económicas y gran importancia para la salud pública en todo el mundo. La distribución de la hidatidosis se asocia normalmente con países subdesarrollados, especialmente en comunidades rurales donde los humanos mantienen un estrecho contacto con perros y varios animales domésticos. Los carnívoros son huéspedes definitivos para el parásito, el ganado actúa como huésped intermediario y los humanos como huésped intermediario accidental o aberrante. A nivel mundial, se estima que las pérdidas económicas asociadas a humanos y ganado ascienden a al menos US$ 193.529.740 y US$ 141.605.195, respectivamente, y se estima que causa entre 2 y 3 millones de casos humanos en todo el mundo. Estudios realizados en mataderos en varias partes de Etiopía mostraron que la prevalencia de CE varía de 6,51% a 54,5%, 0% a 24,8%, 11,69% a 65,47% y 7,03% a 60,2% en ganado vacuno, caprino, camello y oveja respectivamente y pérdidas económicas anuales de 8561,61 ETB a 19.847.704,5 ETB en animales. En humanos, se ha informado de prevalencias de 1,6% y 0,5% en la parte sur de Etiopía. En humanos, las pérdidas económicas surgen a través de los costos de diagnóstico, tratamiento y hospitalización. En animales, las pérdidas económicas se observan en la disminución del peso de la carcasa, la producción de leche y las tasas de fertilidad, y en el aumento de la tasa de decomiso de órganos afectados. Romper el ciclo de vida es una de las principales medidas de control. El fortalecimiento de las instalaciones veterinarias y los sistemas de extensión, la expansión de las instalaciones de mataderos para evitar las prácticas de sacrificio en patios traseros, la creación de conciencia en la comunidad, la desparasitación regular de los perros y la eliminación adecuada de los órganos infectados son recomendaciones para ayudar a controlar la zoonosis.