Charles Hartranft, Seth Noland, Aaron Kulwicki y Thomas Hartranft
Una mujer de 59 años presentó síntomas relacionados con ataques isquémicos transitorios hemisféricos izquierdos. Múltiples modalidades de imágenes confirmaron la presencia de infartos cerebrales agudos del lado izquierdo junto con una oclusión completa de la arteria carótida interna izquierda. Después del alta con el tratamiento médico adecuado, la paciente se presentó semanas después con quejas similares. La angiografía confirmó la oclusión de la arteria carótida interna izquierda e identificó una arteria vertebral derecha que irrigaba todo el hemisferio contralateral. Se identificó un segmento de estenosis grave en el origen de la arteria vertebral y se le colocó un stent. Después de la operación, la paciente se recuperó bien y fue dada de alta a su domicilio sin déficits neurológicos significativos. Durante el seguimiento, se desarrolló una reestenosis intrastent a los 7 meses que requirió una intervención adicional con angioplastia con balón y reinstalación de stent. Hasta la fecha, la paciente no sufre déficits neurológicos significativos, se mantiene con el tratamiento médico máximo y continúa el seguimiento con exámenes seriados y ecografías.