Sara L Doorley, Noemí C Doohan, Sindhura Kodali y Kelly McQueen
Las distribuciones y los patrones de población han evolucionado con el tiempo para enfatizar la urbanización y la globalización. Estas realidades no han sido favorables para la salud pública. De manera similar, los patrones de enfermedad han evolucionado, causando que la carga mundial de enfermedad cambie considerablemente en los últimos 20 años. Las enfermedades crónicas y las enfermedades no transmisibles han reemplazado a las enfermedades infecciosas como la principal causa de discapacidad y muerte a nivel mundial. Las principales causas de muerte ahora incluyen enfermedades cardiovasculares, traumatismos y cáncer, y la mortalidad materna continúa siendo inaceptablemente alta. Los patrones de enfermedad emergentes requieren un nuevo enfoque para el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento. Las enfermedades no transmisibles, incluidos los traumatismos y el cáncer, así como algunas enfermedades infecciosas y afecciones maternas, pueden tratarse, curarse o paliarse con intervención quirúrgica. Estas intervenciones, cuando están disponibles de inmediato, reducen la discapacidad y la muerte prematura asociadas con estas afecciones. Pero la mayoría de estas enfermedades se producen en países de bajos ingresos donde, hasta hace poco, había pocas opciones de cirugía y anestesia segura. La aparición de datos que respaldan el papel práctico y rentable de la cirugía dentro de la salud pública mundial exige un cambio en la planificación y la prestación de servicios de atención de salud en los países de bajos ingresos. Los determinantes sociales de la salud son factores bien identificados que contribuyen a la salud de una población y sin duda influyen en los resultados de las enfermedades quirúrgicas en los países de bajos ingresos. Estos factores (nutrición, educación, pobreza, gobernanza, género, vivienda y transporte) deben tenerse en cuenta y abordarse en una nueva era de enfermedades no transmisibles en la que se debe disponer de cirugías de emergencia y esenciales para garantizar la salud de la población.