Umair Ali1, Syed Ahmad Ali, Javed Ikbal, Mannan Bashir, Mohsen Fadhl, Mukeem Ahmad, Hamdi Al-dharab, Saleh Ali
La cuenca de Cachemira está rodeada por todos lados por altas montañas, solo hay una salida, es decir, el río Jhelum para drenar el agua de la cuenca. Las áreas montañosas de la cuenca de Cachemira tienen una topografía accidentada y pendientes inestables con rocas muy encofradas. Con base en estos factores, la evaluación de las características de la cuenca a partir del análisis morfométrico y otros factores asociados ayudará a comprender el comportamiento físico del área con respecto a las inundaciones y el riesgo de erosión del suelo. Se aplicaron técnicas de teledetección y SIG para extraer la red de drenaje utilizando el Modelo de Elevación Digital (DEM) para evaluar los parámetros morfométricos para la cuenca de Sukhnag. Se generaron mapas de lineamientos, pendientes y aspectos para respaldar los parámetros morfométricos para demarcar las áreas propensas a la erosión del suelo y las inundaciones durante condiciones climáticas adversas. En las áreas bajas con más habitación y construcción en las riberas de los ríos y las llanuras de inundación, se han comprimido los ríos y se ha minimizado su capacidad de transporte de agua. La morfometría, junto con la densidad de lineamientos, la distribución de pendientes y las condiciones de la llanura de inundación, ayudan a clasificar la cuenca en tres categorías: alta, media y baja prioridad para la conservación y la gestión con respecto a la erosión del suelo y las inundaciones. Entre las 14 subcuencas, las SF1, 2, 5, 6 y 7 son más propensas a deslizamientos de tierra y las SF10, 12, 13 y 14 son más propensas a inundaciones y peligro de sedimentación. Más posibilidades de riesgo de erosión en las SF1, 2, 5, 6 y 7 pueden deberse a la pérdida de la capa superior, la gran altitud, la pendiente inestable y la alta densidad estructural. Por el contrario, el peligro de inundaciones y sedimentación es mayor en las subcuencas bajas, como las que se enfrentan en el valle de Cachemira (inundación de septiembre de 2014). El presente trabajo enfatizó que la categorización de unidades hidrológicas más pequeñas, es decir, las subcuencas, se recomienda idealmente para iniciar medidas de conservación del suelo y mitigación de inundaciones en el área.