Ryan J. Mailloux
El ciclo de Krebs es una cascada metabólica universal que proporciona a todos los organismos de la Tierra los elementos básicos para la vida. El flujo a través del ciclo de Krebs es necesario para impulsar la producción de la moneda energética universal, el ATP. Los intermediarios de carbono del ciclo de Krebs también sirven como precursores para la génesis de aminoácidos, lípidos y nucleótidos. Teniendo en cuenta que el carbono en el ciclo de Krebs genera todos los ingredientes necesarios para que la vida florezca, es fácil conciliar por qué se encuentra en todos los organismos. Aunque tenemos un conocimiento elocuente del ciclo de Krebs y su función en relación con la bioquímica y la fisiología, los principios básicos de esta vía aún se están estudiando. Esto puede atribuirse a los descubrimientos que muestran que el ciclo de Krebs cumple varias otras funciones celulares, incluida la defensa antioxidante, el control de la transcripción y la señalización celular. En el presente artículo, analizaré las nuevas funciones del ciclo de Krebs, incluido su papel en la defensa antioxidante, la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) y la señalización. Estas funciones están relacionadas de manera inherente con su función central, el metabolismo del carbono y la movilización de electrones para la producción de energía o reacciones anabólicas. Estas novedosas funciones del ciclo de Krebs están influenciadas por la eficiencia del metabolismo de nutrientes y las reacciones de transferencia de electrones, dos factores que son fundamentales para la existencia de vida en la Tierra.