José LT
La eficacia del mentor se deriva principalmente de su papel de “facilitador”. Si bien los expertos en el contenido pueden ser útiles, las habilidades formativas son esenciales. El papel principal del mentor, “formador” en la enseñanza de los profesionales que trabajan en Atención Primaria de Salud (enfermeras, médicos de familia) es fomentar mejoras en el desempeño de las tareas facilitando el proceso de aprendizaje. El mentor no necesita enseñar mucho, pero tiene que saber cómo ayudarles a aprender. Presentamos una sistematización de herramientas de enseñanza del formador: 1. Entorno medio de aprendizaje (“seguro”, “no evaluativo”); 2. Autoestima y autocapacidad (empezar por las fortalezas; la actitud de que la otra persona es capaz de resolver sus problemas); 3. Entrevistas individuales en profundidad: el ciclo reflexión-acción; 4. Metaaprendizaje (aprender a aprender); 5. Entrevista que le ayuda a ser capaz (ayuda a la persona a determinar cuál es su problema, por qué tiene un problema y qué soluciones existen); y 6. Autoevaluación (el aprendiz se vuelve más maduro, autónomo y responsable).