Diana Galletta, Ilaria Lauria, Tommaso Longobardi, Anna Maria Mastrola, Valentina Suarato, Giuseppe Loiarro, Fausta Micanti y Monica Confuorto
Del análisis de la literatura científica se desprende que el trasplante renal tiene profundas implicaciones psicológicas, existenciales, emocionales, relacionales y sociales, tanto para el paciente receptor como para el donante. En consecuencia, es necesario estudiar y valorar los aspectos mentales de ambos pacientes, a partir de un análisis profundo del perfil psíquico y personológico, adoptando un enfoque multidisciplinario con el fin de evitar que cuestiones no debidamente evaluadas y analizadas, puedan afectar al éxito del trasplante, y/o puedan conducir a sufrimiento psicológico y mental para el paciente. Al mismo tiempo, asume un papel de fundamental importancia la evaluación de la cantidad y calidad del sistema de apoyo familiar y social, en el que se inserta el paciente. Esto permite investigar tanto cómo el entorno familiar juega un papel de apoyo en términos materiales y emocionales para el candidato, como observar los patrones de comunicación entre los diversos miembros de la familia. En este trabajo se documenta la importancia de brindar y programar, para una mejor rehabilitación post-trasplante y ante los evidentes riesgos de la psicopatología, el desarrollo de intervenciones interdisciplinarias, una de las tareas sociosanitarias y psicoterapéuticas básicas, sin las cuales la siguiente adaptación después del trasplante puede ser difícil y que impacta significativamente en la calidad de vida de todos los involucrados.