Rita Arrigo y Nicola Scichilone
La rinoconjuntivitis alérgica y el asma son inducidos por la sensibilización a uno o más alérgenos en individuos susceptibles. La inmunoterapia específica (TIE) está indicada en las enfermedades alérgicas, ya que modula la respuesta inmune induciendo la tolerancia periférica de las células T y la activación de las células T reguladoras. Sobre esta base, la TIE se considera el único enfoque terapéutico que puede modificar la historia natural de las enfermedades alérgicas. El desarrollo de alérgenos modificados ha contribuido a reducir la alergenicidad, previniendo así el riesgo de efectos secundarios. Los alergoides monoméricos, con conformación estructural y tamaño molecular que facilitan la absorción mucosa, conllevan un menor riesgo de efectos secundarios en comparación con la administración de alérgenos nativos, manteniendo la estimulación inmunológica. La eficacia de la TIE, administrada por vía percutánea (TISC) o sublingual (TISL), ha sido ampliamente demostrada en la rinoconjuntivitis; además, los ensayos clínicos también han demostrado la eficacia de la inmunoterapia en el asma alérgico. Se ha demostrado un efecto terapéutico en el control del asma en sujetos asmáticos alérgicos a los ácaros del polvo doméstico, a la parietaria o al polen de las gramíneas. Un aspecto importante e intrigante de la inmunoterapia, que no comparte con los tratamientos farmacológicos estándar, es el efecto duradero tras la interrupción. A este respecto, varios estudios de inmunoterapia subcutánea con SLIT en adultos y niños han demostrado claramente que los efectos beneficiosos se mantienen hasta 6 años después de la interrupción de la inmunoterapia. La presente revisión describe las principales indicaciones de la inmunoterapia subcutánea y analiza su eficacia y seguridad en la rinoconjuntivitis alérgica y el asma.