Juan E. Nathan*
En las últimas décadas, hemos sido testigos de un cambio significativo en las actitudes y percepciones de los padres y de los especialistas en odontología pediátrica con respecto a lo que constituyen estrategias aceptables y apropiadas para manejar la ansiedad y las conductas dentales desafiantes de los niños . El cambio en las prácticas y actitudes de crianza de los padres sin duda ha influenciado a los dentistas pediátricos para modificar sus enfoques y percepciones hacia las técnicas farmacológicas y no farmacológicas . Una mayor participación de los padres y el interés por asumir un papel más activo en el proceso de decisión se ha convertido en la norma en lugar de la excepción.