Chad Eckard, Caitlyn Asbury, Brandon Bolduc, Chelsea Camerlengo, Julia Gotthardt, Lauren Healy, Laura Waialae, Ceirra Zeigler, Jennifer Childers y Joseph Horzempa
En Estados Unidos, se gastan aproximadamente 600 mil millones de dólares en el tratamiento del dolor, generalmente en forma de fármacos opioides adictivos. Debido a los peligros asociados con los analgésicos a largo plazo basados en opiáceos, se justifica el desarrollo de estrategias adicionales para el tratamiento del dolor crónico. La llegada de los teléfonos inteligentes y la tecnología asociada ha proporcionado a los proveedores de atención médica una oportunidad única para brindar apoyo para el tratamiento del dolor. Esta revisión resume el uso de la tecnología para complementar los regímenes de tratamiento del dolor crónico. Las aplicaciones basadas en Internet y en teléfonos inteligentes que utilizan diarios en línea facilitan una mejor comunicación entre el paciente y el médico y permiten una atención más personalizada y un mejor tratamiento del dolor. Por ejemplo, la aplicación e-Ouch proporciona una plataforma para registros de dolor, así como comentarios y asesoramiento a los pacientes a través de publicaciones en Twitter y blogs. Otras aplicaciones proporcionan recursos en línea y blogs para mejorar la educación del paciente, lo que ha demostrado aliviar los síntomas del paciente a través de la modificación del estilo de vida. La terapia cognitivo conductual (TCC) a través de Internet se centra en los mecanismos de afrontamiento psicológico. La aplicación de la tecnología y las aplicaciones de teléfonos inteligentes para el tratamiento del dolor muestra potencial para reducir el uso de opioides en el tratamiento del dolor, pero aún no se ha incorporado como una práctica estándar. Es necesario realizar estudios más sólidos que evalúen críticamente la eficacia de estas terapias basadas en la tecnología antes de que la estandarización y la cobertura del seguro puedan convertirse en realidad.