Rokuro Hama
El oseltamivir se recomienda para el tratamiento y la profilaxis de la gripe en personas con mayor riesgo de complicaciones de la gripe, como las personas con diabetes, enfermedades neuropsiquiátricas y enfermedades respiratorias, cardiacas, renales, hepáticas o hematológicas. Sin embargo, una revisión sistemática reciente informó que la reducción de la producción de anticuerpos, los trastornos renales, la hiperglucemia, los trastornos psiquiátricos y la prolongación del intervalo QT pueden estar relacionados con el uso de oseltamivir. Se revisarán los mecanismos subyacentes de estos efectos. Existe evidencia decisiva de que la administración de una dosis clínicamente compatible de oseltamivir en ratones expuestos a un virus respiratorio sincitial (VSR) que carece de un gen de neuraminidasa mostró efectos de alivio de los síntomas e inhibición de la eliminación viral. Estos efectos estuvieron acompañados por una disminución del nivel de sialoglucosfingolípido (gangliósido) GM1 de la superficie de las células T que está regulado por la neuraminidasa endógena en respuesta al desafío viral. La evidencia clínica y no clínica respalda la opinión de que la dosis habitual de oseltamivir suprime casi por completo las citocinas proinflamatorias, como el interferón gamma, la interleucina 6 y el factor de necrosis tumoral alfa, en los virus de la influenza infectados experimentalmente en humanos. , con una supresión parcial de la diseminación viral. Las pruebas de toxicidad en animales respaldan la evidencia clínica con respecto a los trastornos renales y cardíacos (bradicardia y prolongación del intervalo QT) y no refutan el efecto metabólico. La reducción de la producción de anticuerpos y la inducción de citocinas, así como los trastornos renales, metabólicos, cardíacos y psiquiátricos prolongados después del uso de oseltamivir, pueden estar relacionados con la inhibición de la neuraminidasa endógena del huésped. Si bien la dosis clínica habitual de zanamivir puede no tener este efecto, una dosis más alta o la administración prolongada de zanamivir y otros inhibidores de la neuraminidasa pueden inducir reacciones retardadas similares, incluida la reducción de la producción de anticuerpos y/o citocinas.