Mona Mohsen
Las partículas similares a virus, o lo que se denomina VLP para abreviar, se consideran una herramienta útil en el desarrollo de vacunas. Estas vacunas basadas en VLP han atraído la atención de muchas empresas biotecnológicas y farmacéuticas como tratamiento eficaz para muchos tipos de enfermedades crónicas no infecciosas. Las VLP simplemente se parecen a los virus; sin embargo, no son infecciosas debido a la falta de genoma viral. La expresión de proteínas de la envoltura o de la cápside da como resultado el autoensamblaje de la partícula, este ensamblaje puede llevarse a cabo fácilmente en bacterias, levaduras, células vegetales o líneas celulares de insectos. La presencia de epítopos repetitivos de proteínas de superficie virales es exitosa para provocar fuertes respuestas de células B. Las VLP también tienen un alto perfil de seguridad debido a la falta de genoma viral y a la falta de capacidad de replicarse. Esta área de investigación no es realmente nueva, el descubrimiento de las VLP derivadas del virus de la hepatitis B se remonta a 1976.