Joost Degenaar
El cambio demográfico y la salud son un tema importante en todo el mundo. Es uno de los grandes retos sociales de la Unión Europea: tenemos una población que envejece rápidamente, la gente vive más tiempo pero con más enfermedades crónicas y el coste de la asistencia sanitaria y social aumenta. Las soluciones se encuentran en una combinación de prevención, innovación, tecnología y espíritu emprendedor. El envejecimiento activo y saludable ofrece un enfoque fructífero para resolver los retos del cambio demográfico y la salud. En los Países Bajos, el envejecimiento saludable no sólo se centra en las personas mayores con enfermedades: tenemos un enfoque del ciclo de vida, desde crecer sano hasta envejecer. El foco está en el funcionamiento, la salud y la participación. Utilizamos una nueva definición de salud como la capacidad de adaptarse y autogestionarse frente a los retos sociales, físicos y emocionales. Las enfermeras desempeñan un papel importante en este enfoque. En el proyecto internacional ELLAN, se desarrolla un Marco Europeo de Competencias Básicas para los profesionales de la salud y la asistencia que trabajan con personas mayores. En este marco, se especifican indicadores de rendimiento de evaluación para cada función de CanMed. En octubre de 2018 se publica un nuevo libro en el que, desde el contexto del envejecimiento saludable y el cambio demográfico, se describen estas competencias. Las funciones de la enfermería (geriátrica) en este enfoque del envejecimiento saludable incluyen: fortalecer la autogestión y la resiliencia de los pacientes; contribuir a la prevención y la alfabetización sanitaria de los ciudadanos; centrarse en el funcionamiento y la capacidad de adaptación y autogestión y; utilizar métodos innovadores interdisciplinarios en la mejora de la salud, como la tecnología sanitaria.
Introducción:
La vejez del individuo siempre ha sido interesante y atractiva. Este trabajo puede entenderse como una presentación del concepto de “envejecimiento saludable” pero centrado principalmente en el individuo.
El concepto de envejecimiento de la población es un problema relativamente nuevo desde el punto de vista histórico. Se puede observar que en 1950 ningún país tenía más del 11% de su población de 65 años o más. En el año 2000, la cifra más alta fue del 18%. Sin embargo, el problema aumentará drásticamente en 2050, cuando podría alcanzar el 38%. Las proyecciones indican que en 2050 habrá un mayor número de personas mayores de 60 años o más que de adolescentes de 10 a 24 años.
Para abordar este problema, se han investigado, desarrollado y empleado distintos sistemas de refrigeración de módulos fotovoltaicos. Estos sistemas refrigeran los módulos fotovoltaicos mediante distintos métodos y técnicas. Lamentablemente, no existe un enfoque universal para evaluar la eficacia de las técnicas de refrigeración aplicadas. En este artículo se propone un método y un criterio para evaluar la eficacia del sistema de refrigeración de los módulos fotovoltaicos.
Métodos:
Cuatro investigadores independientes utilizaron combinaciones de palabras clave como envejecimiento saludable y Organización Mundial de la Salud, y encontraron 637 521 artículos. Después de agregar palabras clave específicas como atención integrada a largo plazo, recursos humanos, investigación, discriminación por edad, cuestiones económicas, inversión, implementación y ciudad amigable con la edad, la búsqueda se limitó a estudios. La búsqueda también se limitó a estudios en humanos y artículos escritos en inglés. Después de una revisión cuidadosa de sus resúmenes, los artículos se identificaron como trabajos centrados en el tema investigado. Con esta restricción, la búsqueda proporcionó los artículos y, después de leer los textos completos, se incluyeron en esta revisión 46 de los artículos más relevantes.
Conclusiones:
La población mundial está envejeciendo rápidamente. Estos cambios ponen de relieve la necesidad de adaptar la atención integrada centrada en la persona, centrándose en las necesidades de las personas mayores y sus preferencias, y garantizando el acceso a múltiples servicios adaptados a las personas mayores en estrecha colaboración con las familias y las comunidades. Las políticas de salud pública deben abordar la diversidad de estados de salud y funcionales que experimentan las personas mayores y maximizar el número de personas que logran trayectorias positivas de envejecimiento. Las iniciativas de integración necesitan acciones a nivel macro (legislación, financiación), a nivel meso (entorno adaptado a las personas mayores) y a nivel microclínico. Sin embargo, pocos países han logrado ofrecer de manera sostenible una atención integrada a las personas mayores y la evidencia de la eficacia de los enfoques de atención integrada sigue siendo inconsistente.