Casimir de Rham, Vannary Tieng, Benjamin B Tournier, Yannick Avila, Nathalie Ginovart, Karl-Heinz Krause, Olivier Preynat-Seauve, Michel Dubois-Dauphin y Jean Villard
Objetivo: Las células progenitoras neuronales (CPN) derivadas de células madre embrionarias humanas tienen el potencial de diferenciarse en neuronas maduras después del trasplante en el cerebro, abriendo la posibilidad de una terapia celular regenerativa para trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Parkinson. Para dicha terapia, la fuente de CPN no está genéticamente relacionada con el paciente, lo que lleva al posible rechazo de las células trasplantadas por la respuesta inmune del huésped. El rechazo se puede prevenir mediante el uso de fármacos inmunosupresores (ISD). Trabajos previos han sugerido que la ciclosporina y la dexametasona utilizadas en el régimen inmunosupresor clásico podrían prevenir la diferenciación terminal de las CPN en neuronas maduras dependiendo de las condiciones de cultivo. Métodos: Hemos investigado in vitro el papel de otros ISD, inmunoglobulinas intravenosas (IvIG), micofenolato de mofetilo y tacrolimus. Hemos probado la actividad inmunosupresora de tacrolimus y ciclosporina sobre el efector de las células natural killer (NK) y CD8+T y hemos realizado un microarray para analizar la diferencia entre los dos fármacos para la diferenciación neuronal. Finalmente, se ha analizado la supervivencia de células neuroprecursoras humanas trasplantadas en ratas tratadas con tacrolimus o ciclosporina y tratamientos antiinflamatorios. Resultados: IgIV y micofenolato de mofetilo interfieren con el desarrollo de células madre neuronales en neuronas maduras, pero tacrolimus no inhibe el proceso de maduración de las células madre neuronales. Los experimentos de microarray demuestran diferencias significativas entre la expresión génica de ciclosporina y tacrolimus durante la maduración de las células madre neuronales en neuronas maduras. Tacrolimus, al igual que la ciclosporina, es capaz de inhibir la activación de las células CD8+T contra los progenitores neuronales, pero ambos son incapaces de bloquear la actividad de las células NK. Las células NK podrían ser armas potencialmente dañinas para rechazar las células madre neuronales y las neuronas maduras. En ratas tratadas con tratamientos inmunosupresores (tacrolimus o ciclosporina) y antiinflamatorios, la supervivencia de las células neuroprecursoras humanas injertadas es buena y la densidad microglial es baja. Conclusión: Estos datos sugieren in vivo que tanto el tacrolimus como la ciclosporina, con un efecto