Abstracto

El papel de las actividades mentales y físicas en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer en ratas socializadas y aisladas

Azza A Ali, Mona G Khalil, Hemat A Elariny y Karema Abu-Elfotuh

Antecedentes: La enfermedad de Alzheimer (EA) es un trastorno neurodegenerativo progresivo; los cambios en el estilo de vida pueden retrasar su aparición. Las actividades mentales y físicas se han relacionado con una mejor función cognitiva en los adultos mayores. La participación cognitiva y las actividades físicas se han asociado con un menor riesgo de EA. El aislamiento social se refiere a una ausencia total o insuficiente de contacto con otros miembros de la sociedad y puede exacerbar los déficits de memoria.

Objetivo: Estudiar la influencia de las actividades mentales y físicas en condiciones sociales normales, así como evaluar su papel en condiciones de aislamiento social en modelos de ratas normales y con EA.

Métodos: Las ratas se dividieron en dos grupos principales; Grupo I socializado y Grupo II aislado. Tanto los grupos socializados como los aislados se subdividieron en cuatro subgrupos; dos recibieron solución salina y sirvieron como control, mientras que dos sirvieron como subgrupos AD y recibieron ALCl3 (70 mg/kg IP) todos los días durante cuatro semanas. Uno de los subgrupos de control y AD estuvo expuesto a actividades mentales y físicas, pero el otro no. Las actividades mentales y físicas se realizaron utilizando la prueba de natación y el laberinto en Y (cada uno una vez por semana) durante cuatro semanas. Las ratas aisladas se alojaron individualmente en jaulas cubiertas con plástico negro, mientras que las ratas socializadas se emparejaron aleatoriamente y se alojaron en jaulas cubiertas transparentes. También se midieron los cambios histopatológicos en diferentes regiones cerebrales y los cambios bioquímicos en Aβ, ACHE, monoaminas cerebrales (DA, NE, 5-HT), mediadores inflamatorios (TNF-α, IL-1β), parámetros oxidativos; (MDA, SOD, TAC) así como el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) para todos los grupos.

Resultados: El daño neurológico cerebral característico del aislamiento fue más pronunciado en ratas con EA asociada al aislamiento. Las actividades mentales y físicas redujeron significativamente Aβ, ACHE, MDA, TNF-α, IL-1β junto con un aumento de SOD, TAC, DA, NE, 5-HT y BDNF. El efecto protector de las actividades mentales y físicas contra las degeneraciones neuronales cerebrales fue más marcado en ratas aisladas, especialmente en ratas con EA asociada al aislamiento. Estos resultados se confirmaron mediante exámenes histopatológicos de diferentes regiones cerebrales.

Conclusión: Las actividades mentales y físicas pueden proteger contra las degeneraciones neuronales cerebrales inducidas por el aislamiento o asociadas con la enfermedad de Alzheimer, tanto en modelos de ratas socializadas como aisladas. La protección que se obtiene con actividades mentales y físicas es más pronunciada en el modelo de enfermedad de Alzheimer asociada al aislamiento.

Descargo de responsabilidad: este resumen se tradujo utilizando herramientas de inteligencia artificial y aún no ha sido revisado ni verificado